Sabtu, 01 November 2008

ACUEDUCTOS

| Sabtu, 01 November 2008 | 0 komentar

EL ESPLENDOR DE LA INGENIERÍA ROMANA

Muy probablemente, cuando en España pensamos en la palabra acueducto, inmediatamente se nos venga a la memoria la imborrable imagen de las grandes arquerías que caracterizan al construído en la ciudad de Segovia, con su increíble altura máxima de 28 metros sobre el nivel del suelo y sus más de 820 metros de longitud. Y es posible que creamos que un acueducto deba responder siempre a esas características de monumentalidad y elevación que tan bien definen a esta obra romana, terminada de construir en aquella ciudad a fines del siglo I, cuando Trajano gobernaba el imperio.

Arquerías del acueducto (siglo I d.C.) y alzado y sección de sus pilares. Segovia.

Sin embargo, en el sentido estricto de la palabra, un acueducto es una conducción de agua, una obra de minuciosa ingeniería destinada a llevar agua desde un punto determinado a otro, normalmente una ciudad, que puede quedar a muchos kilómetros de distancia. En consecuencia, la obra ha de adaptarse necesariamente a la topografía del terreno, de forma que unas veces el canal irá a ras de suelo, otras lo hará de manera subterránea mediante un túnel y, finalmente, en ocasiones recurrirá a arquerías de diversa altura para salvar desniveles importantes.

Arriba y abajo: esquema del trazado de un acueducto romano.

La obra se inicia en el lugar de captación de agua (caput aquae), un manantial, fuente o río desde el cual comienza el recorrido del canal (specus), que ha de estar necesariamente impermeabilizado (para evitar las pérdidas de agua durante el trayecto) y cerrado (dado que el agua suele ir dedicada al consumo humano). En caso de túneles se dispondrán a cada cierta distancia una serie de pozos de registro (putei). Además, habrá también otros pozos para la decantación de elementos sólidos.

En circunstancias óptimas, el ingeniero romano aprovechará la ley de la gravedad, para la cual habrá dispuesto el inicio del acueducto a un nivel superior que al de su finalizacion, de forma que el agua fluya por su propio peso a lo largo de una pendiente moderada. Sin embargo eran pocas las veces en que esta situación acontecía. Por ello, se tenía también presente el principio de los vasos comunicantes, disponiéndose una serie de ingeniosos sifones en los que el agua se desplomaba a gran velocidad, continuaba por una seción plana y, finalmente, ascendía a un nivel superior por la presión generada. Tras este recorrido, el preciado líquido llegaba a su destino, recibiéndose en un gigantesco depósito o cisterna (castellum aquae) desde el cual diversas conduciones la distribuían a los distintos sitios de la ciudad: fuentes públicas, termas, determinados negocios e incluso casas particulares.
.
Superior: Acueducto Pont du Gard (siglo I). Nimes (Francia). Inferior: Acueducto de Los Milagros (siglo I d.C.). Mérida.
.
Todo este esfuerzo de la ingeniería romana requería de un constante proceso de revisión, para garantizar que el acueducto se encontrara siempre en perfecto estado. Por ello, en cada ciudad solía haber una persona responsable de este cometido (curator aquarum) que contaba con numeroso personal a sus órdenes. Magnífico ejemplo del nivel al que había llegado el urbanismo romano. Calidad de vida.

Para el conocimiento general de todo tipo de obras de ingeniería romanas contamos en la web española con la excelente página Traianus. En ella, recomendamos la lectura del artículo dedicado al análisis en profundidad del acueducto de la ciudad de Itálica, firmado por la profesora Alicia Canto. Por otra parte, la Urbipedia ofrece una información general sobre los acueductos, que puede completarse con la que se ofrece en esta web y en este blog.

0 komentar:

:)) ;)) ;;) :D ;) :p :(( :) :( :X =(( :-o :-/ :-* :| 8-} :)] ~x( :-t b-( :-L x( =))

Posting Komentar

 
© Copyright 2010. yourblogname.com . All rights reserved | yourblogname.com is proudly powered by Blogger.com | Template by o-om.com - zoomtemplate.com