GEOMETRÍAS (CASI) IMPOSIBLES

Superior. C. M. Escher. Izquierda: "Evolución - II". (1939). Derecha: "Cinta de Moebius - II" (1963). // Inferior: "Metamorfosis - II" (1939-40).
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La razón de dicha situación personal se encuentra en que, para entonces, Escher se halla volcado por completo al dibujo y, en menor medida, a las diferentes técnicas del grabado. En sus obras predomina obviamente el interés por la abstracción geométrica, sin que ello suponga la completa desaparición de elementos figurativos y naturalistas, pero con tendencia también a la repetición y la seriación, en un esfuerzo constante de búsqueda de la sorpresa. Por otra parte, todo ello viene a desvelar el interés de Escher por las cuestiones de carácter matemático, pese a no haber cursado nunca estudios de esta especialidad. Además, manifiesta una clara capacidad creativa cuando en determinadas seriaciones introduce metamorfosis diversas que conducen a la transformación de los elementos iniciales en otros por completo diferentes.
C. M. Escher: "División regular del plano - VI" (1957).
Pese a todo este acervo de creatividad, no fue hasta los años cincuenta del siglo pasado cuando la obra de Escher comenzó a hacerse conocida y a incrementar su valor, de manera que el artista pudo finalmente independizarse de la economía familiar en la que hasta entonces se había sostenido. Probablemente esta situación tan excepcional de dependencia, manifieste el escaso interés del artista por los problemas de la vida cotidiana y su elevada tendencia a la concentración y la abstracción. Sin embargo, el mismo artista reconocía que había algo de lúdico en las actividades que llevaba a cabo, cuestión que queda bien resumida en su famosa frase: "todos mis trabajos son juegos. Juegos serios".
En definitiva, Escher fue capaz de crear todo un universo personal, empleando para ello fundamentalmente el dibujo y sus capacidades para la abstracción, convirtiéndose así en el maestro de las denominadas figuras imposibles, en las que la realidad, tal como la visualizamos habitualmente, y la ficción, tal como él podría imaginarla, se dan la mano. Y todo ello es la razón de que hoy la obra gráfica del artista holandés siga siendo objeto de la atención de los interesados en el arte o en las matemáticas y provocando asombro en quienes contemplan con cierta atención esos dibujos. Pero ya se sabe, como el propio Escher decía, "asombrarse es la base de la vida".
La Fundación M. C. Escher dispone de una web oficial sobre el artista holandés (en inglés). En español, puede realizarse una visita al Museo Virtual Escher, que dispone de varias salas. Finalmente, para conmemorar el 75 aniversario de la segunda visita de Escher a Granada, se ha organizado en dicha ciudad, una amplia exposición sobre el artista, en dos sedes (La Alhambra y Parque de las Ciencias), de la cual disponéis de amplia información en esta página.
C. M. Escher: "Sol y luna" (1948).
C. M. Escher: "Sol y luna" (1948).
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