Tampilkan postingan dengan label 13.8. PINTURA BARROCA ESPAÑOLA. Tampilkan semua postingan
Tampilkan postingan dengan label 13.8. PINTURA BARROCA ESPAÑOLA. Tampilkan semua postingan

Rabu, 01 September 2010

DIEGO VELÁZQUEZ

| Rabu, 01 September 2010 | 0 komentar

CIEN OBRAS

¿Cuántos cuadros pintó Velázquez? Pues no podemos responder a esta cuestión con absoluta certeza, pero, en todo caso, se estima que no fueron muchos, dado que el artista sevillano hubo de combinar su tarea puramente pictórica con otras derivadas de su condición de pintor real y, por tanto, de personaje introducido en los círculos de la burocracia que rodeaba a la monarquía de Felipe IV. Por otra parte, hemos de tener presente que son varias decenas los cuadros de Diego Velázquez que pueden considerarse perdidos, aunque muy de vez en cuando aparece alguna nueva atribución. Finalmente debemos señalar que no existe unanimidad entre los especialistas, de manera que mientras unos le asignan una determinada obra, otros lo niegan, considerándola fruto de su escuela o incluso de otros artistas más alejados de sus planteamientos.

En conclusión, podemos esrtimar en torno a unos 130 los cuadros pintados por Velázquez, sin que esto signifique que sobre todos ellos exista certeza absoluta, ya sea sobre la propia autoría o sobre la cronología exacta. Revisar los óleos de este gran maestro es siempre una tarea gratificante, a la que he dedicado algunas horas de las vacaciones de este verano. Ya puestos, he preparado esta presentación en la que recojo cien de esas obras velazqueñas, que he acompañado de los datos básicos para su identificación (título, medidas y localización), agrupando los cuadros por orden cronológico, según los distintos periodos por los que atravesó la actividad pictórica de Velázquez. Cuando he encontrado divergencias en la cronología he optado por indicar la opinión más extendida. 

Por último, la presentación se acompaña de un fondo musical. Me ha parecido interesante combinar la obra del artista sevillano con una pieza extraída de uno de los mejores discos de música de todos los tiempos, que algunos consideran incluso la mejor grabación de la historia del jazz. Me refiero, claro está, al "Kind of Blue" de Miles Davis, producido en 1959. La melodía seleccionada se titula, mira por dónde, "Flamenco Sketches" . Con esta entrega nos reincorporamos de nuevo a las tareas docentes, tras el paréntesis veraniego.


Readmore..

Minggu, 28 Maret 2010

EL JOVEN MURILLO

| Minggu, 28 Maret 2010 | 0 komentar

CAMINO A LA FAMA

Acudí a visitar la exposición sobre "El joven Murillo" el mismo día de su inauguración, atraido por la posibilidad de contemplar un amplio conjunto de obras pertenecientes al primer periodo artístico (1640-1655) de la trayectoria del pintor, iniciada tras concluir su etapa de formación en el taller de su maestro, Juan del Castillo. La primera impresión no resultó, ciertamente, agradable: justo delante de nosotros un anciano tropezó con uno de los rígidos paneles expositivos que a algún comisario postmoderno se le había ocurrido colocar ¡en el suelo! y el pobre señor acabó dándose de bruces en el pavimento.

Bartolomé Esteban Murillo: "Autorretrato" (hacia 1650).

Salidos del susto, esa primera sala muestra demasiados cuadros, algunos de ellos colocados a una altura tal que observarlos detenidamente se hace tarea casi imposible. Y esta es una característica general de la muestra: el Museo de Bellas Artes de Sevilla no dispone de salas apropiadas para las exposiciones temporales que organiza y no puede además regular debidamente los flujos de visitantes. Añado a esto el hecho de la prácticamente nula atención que se presta a la difusión de las exposiciones en Internet, resuelta en esta ocasión con un breve texto colocado en la página del Museo y una nota de prensa elaborada ¡por la delegación provincial de cultura!

Aparte de estos inconvenientes, que no son pocos, la exposición resulta sumamente interesante. Bartolomé Esteban Murillo  (1617-1680) ha sido siempre un pintor bien valorado en Sevilla, ciudad en la que nació. Las razones de este éxito hunden sus raíces, precisamente, en esta etapa juvenil (de la que aquí se muestran más de cuarenta cuadros) cuando queda ya confirmada la capacidad del artista para conectar con la contrarreformista sensibilidad sevillana de la época, sin dejar de mostrar por ello al mismo tiempo la originalidad de algunas de sus propuestas pictóricas.
.
Bartolomé Esteban Murillo. Izquierda: "San Pedro entre lágrimas" (hacia 1650). Bilbao. Derecha:  "El joven mendigo" (hacia 1645). París.

En esta etapa juvenil, que algunos califican como periodo frío, Murillo muestra una tendencia al claroscuro, influida sin duda por la obra de artistas como Zurbarán y Ribera. La importancia y número de las órdenes religiosas presentes en la ciudad explican que la mayor parte de su producción se centre en temas de carácter religioso, aunque el pintor procura introducir rasgos naturalistas, conforme a los planteamientos de Velázquez, dando a sus obras cierta apariencia de escena cotidiana en la que muchos de los personajes parecen sacados directamente de los barrios más pobres de la Sevilla de la época.
.
Bartolomé Esteban Murillo. Izquierda: "San Diego de Alcalá dando de comer a los pobres" (1645). Madrid. Derecha: "Vieja hilandera" (1650).

Sin embargo Murillo no se limita a pintar cuadros de temática religiosa. De forma simultánea aborda también escenas de género, que serán otra de las constantes de su producción en las siguientes etapas. Aquí están los niños mendigos y algo pícaros, descalzos y malvestidos, como fiel reflejo de las profundas diferencias sociales de la época barroca. Junto a ellos encontramos las ancianas del estado llano, del común, sorprendidas en tareas cotidianas, como esa vieja hilandera que no ha perdido ni un ápice de profundidad en su mirada. Es éste un Murillo que actúa como cronista social y que tal vez lo hace dotado de una mirada especialmente crítica.

De este modo, ese joven Murillo que hacia 1650 estaba ya en puertas de entrar en la cuarentena había logrado dotarse de un estilo personal que queda confirmado en la maestría de obras tales como esa "sagrada familia del pajarito" en la que el tema religioso está envuelto absolutamente en la realidad cotidiana. La de un niño que juega a enrabietar a un perro, mientras sus padres están atentos a la situación: ambos han detenido por un instante sus tareas para contemplar los peculiares juegos del niño. Ninguna alusión  a lo divino vemos en este cuadro en el que  el tenebrismo se ha atenuado y el pintor nos deja entrever el fondo de la estancia: un banco de carpintero con algunos utensilios y una rueca que gira. No hacía falta ningún lenguaje grandilocuente para conseguir la complicidad absoluta del espectador. La sencillez tiene, en sí misma, un gran atractivo.

Bartolomé Esteban Murillo: "Sagrada familia del pajarito" (1650). Madrid.

El diario El Mundo dedica a esta exposición un multimedia con textos y ocho imágenes y ésta es la información del Museo sobre la muestra.

Readmore..

Sabtu, 13 Maret 2010

LAS MENINAS

| Sabtu, 13 Maret 2010 | 0 komentar

VIAJE POR UN CUADRO

Probablemente sea éste (junto con el "Guernica" de Picasso y "Los fusilamientos"  de Goya) el cuadro más comentado, tratado y analizado de toda la historia de la pintura española. Y pese a todo lo que se ha dicho de él, aún quedan muchas cosas por descubrir... o que no lograremos descifrar nunca. Tal vez en eso esté uno más de sus múltiples atractivos. No pretendemos ahora contar nada nuevo, simplemente que el lector efectúe con ENSEÑ-ARTE un viaje en el que el cuadro sea el único protagonista, acompañándolo de unas breves indicaciones que hagan más fácil su lectura, aunque la simple mirada atenta sobre esta obra genial es ya, en sí misma, toda una satisfacción. Aquí os dejo el cuadro, acompañado de un bello fondo musical: el concierto para oboe en C Mayor, de Mozart.

Readmore..

Selasa, 31 Maret 2009

MURILLO

| Selasa, 31 Maret 2009 | 0 komentar

TRAYECTORIA ARTÍSTICA

Ya en un artículo anterior me había ocupado brevemente de la biografía de Bartolomé Esteban Murillo, "el pintor de las Inmaculadas y los niños de la calle", comentando también algunas de las principales características de su pintura. Faltaba, no obstante, presentar las obras de este artista barroco en el contexto de su trayectoria personal, tratando de diferenciar distintos periodos o momentos en su producción.

Bartolomé Esteban Murillo: "Santas Justa y Rufina" (1665/66). Sevilla.

En general, y conforme a una división que se estableció ya en el siglo XIX, se periodiza la obra de Murillo en tres grandes etapas, establecidas básicamente tomando en cosideración dos cuestiones: de un lado, la progresiva tendencia del pintor a alejarse del tenebrismo que había caracterizado sus primeros años; de otro, el empleo de una determinada paleta de colores (tema muy relacionado con lo anterior) y de un tipo de pincelada que tiende con el paso del tiempo a irse haciendo más suelta.

En esas tres etapas Murillo, que se debía de alguna manera a su clientela, cultivó prácticamente los mismos temas, siendo predominantes en su colección las obras de carácter religioso, aunque nos dejó también un vibrante retrato de las clases marginales de la sociedad sevillana, representada por esos niños mendigos de los que otro día me ocuparé de manera monográfica. Por ahora, y en este final de trimestre, me perece suficiente subir al blog esta presentación en la que, a través de veinticuatro de sus obras damos un repaso a esos periodos de la trayectoria artística del pintor. Personalmente declaro mi predilección por ese Murillo que cultiva otros temas además de los que le hicieron popular. En ese sentido, quizás he sesgado un poco la selección. Juzgue el lector. Aquí van.



Esta extensa Web considera a Murillo "pintor del pueblo español". Más información y comentarios de algunas de su obras en esta página y en la Wikipedia española.

Readmore..

Minggu, 30 Maret 2008

FRANCISCO RIBALTA

| Minggu, 30 Maret 2008 | 0 komentar

EL PINTOR DEL TENEBRISMO CONTRARREFORMISTA

Aunque nacido en tierras catalanas, podemos considerar a Francisco Ribalta (1565-1628) como el pintor más destacado de la escuela valenciana del Barroco. Sin antecedentes familiares en el oficio, su formación artística se lleva a cabo partir de 1581 en los círculos de El Escorial, donde se impregna de las corrientes del último manierismo, acusando claras influencias italianas. Desde entonces, Ribalta se mantuvo unos veinte años cercano a los ambientes de la Corte, buscando un nombramiento como pintor real, que nunca llegaría.

Francisco Ribalta: "Santa Cena" (1606). Valencia.

Este relativo fracaso en los círculos cortesanos quizás explique su traslado a Valencia en 1591, tratando de conseguir encargos por parte del arzobispo de la ciudad, el futuro San Juan de Ribera, quien encarnaba allí los ideales de la Contrarreforma católica. Y efectivamente, en esta ocasión vio colmadas sus aspiraciones, de forma que el pintor vivió el resto de su vida en la ciudad, en medio de un reconocimiento general, lo que le procuró una abundante clinientela, pese a lo cual al parecer nunca llegó a disponer de un elevado patrimonio.
Francisco Ribalta: "San Bruno" (1625-27). Valencia.
.
Así pues, nuestro artista acabó siendo considerado el pintor más importante de Valencia, manteniendo durante algunos años el estilo con el que había logrado triunfar. Sin embargo, hacia 1620, se produce en sus obras una innovación radical y Ribalta pasa a cultivar un acusado naturalismo barroco, en el que es destacable su tendencia al tenebrismo. En este caso, y a tenor de su clientela habitual, esta técnica se pone al servicio de la idea de captar la atención del espectador, de conmoverlo ante el ejemplo de virtudes católicas que profesan sus modelos.
.
Desconocemos con exactitud las razones de este cambio estilístico, que algunos han relacionado con un posible viaje del artista a Italia, no documentado, sin que sea descartable que el pintor llegase al tenebrismo como fruto de una propia evolución personal. Y en la citada corriente se mantuvo Ribalta hasta su muerte en 1628. Su hijo Juan Ribalta, que había seguido los pasos artísticos de su padre, no pudo apenas continuar su obra, pues fallecería a finales del mismo año. En este caso, la naturaleza impidió la formación de una saga de pintores. El Arte, lógicamente, no puede sobreponerse a las vicisitudes de la vida.
.
Francisco Ribalta: "Abrazo de San Francisco al Crucificado" (1620). Valencia.
.
Sobre la obra de Ribalta podemos visitar la web del Museo de Bellas Artes de Valencia, que nos presenta los cuadros que de este autor se conservan en dicha pinacoteca. Por otra parte, este artículo recogido en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes nos muestra un claro fresco de lo que suponía ser pintor en la Valencia del siglo XVII. Muy interesante.

Readmore..

Sabtu, 29 Maret 2008

EL TENEBRISMO

| Sabtu, 29 Maret 2008 | 0 komentar

EL JUEGO DE LA LUZ Y LA OSCURIDAD

Analizamos en esta ocasión una de las corrientes predominantes en la pintura barroca europea, aquélla que denominamos tenebrismo. Para entender su significado, hemos de partir de una idea previa: la importancia que la luz juega siempre en cualquier pintura. Esto es así por una sencilla razón: si no existiese luz alguna, el pintor no podría llevar a cabo su trabajo. Partiendo de este presupuesto tan básico, los pintores se han dedicado, a lo largo de la historia, a representar en sus obras no sólo la luz en si misma, sino sus efectos sobre lo representado. Pero es evidente que retratar la luz exige también reflejar las sombras, dado que en circunstancias habituales la luz no incide por igual en todos los objetos y genera una amplia gama y diversos matices de sombra.

Caravaggio: "Muchacho pelando fruta" (1597). Roma.

Dicho en lenguaje llano, en todo cuadro (y en función de la luz que en el se recoja) van a convivir zonas más claras con otras más oscuras que quedarán tratadas de distinta manera según la sensibilidad personal de cada pintor. Partiendo de algunos precedentes de los siglos XIV y XV, ya en el XVI encontramos varios artistas que practican la técnica del claroscuro, procurando con ella representar las formas mediante una gradación del juego de luces y sombras. En los cuadros de los pintores que lo emplean podremos apreciar sin dificultad zonas más iluminadas (que el artista quiere resaltar, haciendo que el espectador concentre su vista en ellas) y otras que quedan más en la penumbra.

José de Ribera: "San Onofre" (1637). San Petesburgo.

Llegamos así al siglo XVII y con él a esa mentalidad barroca que tanto gustaba del contraste y de la sorpresa. En esa centuria algunos pintores consideraron que el claroscuro servía excelentemente a sus intenciones artísticas y lo emplearon de manera abundante en sus cuadros. Muchas obras de Rembrandt son significativas en ese sentido, como ocurre con la "lección de anatomía" o en varios de sus autorretratos. Pero otros autores dieron un paso más allá: son los tenebristas, que consideraron que el contraste entre la luz y las sombras debía ser extraordinariamente acusado, para no distraer la atención del observador en detalles secundarios. Eso es, en definitiva, el tenebrimo: llevar a sus últimas consecuencias los postulados claroscuristas, haciendo convivir en el cuadro zonas fuertemente iluminadas con otras que quedan prácticamente a oscuras, sin que el espectador pueda apreciar que se oculta tras las tinieblas que ha representado el pintor.

Esta tendencia alcanza su máximo exponente en la obra de Caravaggio, pero fueron muchos los autores que la adoptaron, ya fuese de forma episódica (algunos cuadros de Rembrandt o de Zurbarán podrían calificarse más de tenebristas que de claroscuristas) o como una característica básica de su pintura como ocurre en el caso de los españoles Francisco Ribalta (1565-1628) y José Ribera (1591-1652), quien precisamente pasó gran parte de su vida en Italia, donde asimiló las influencias caravaggiescas.

En definitiva, claroscuro y tenebrismo son parte de la misma preocupación de los pintores por reflejar la luz y su opuestos, la sombra y la oscuridad, en la obra de arte. Y desde esta perspectiva considerado, el tenebrismo no sería más que un uso exacerbado y violento, podríamos decir, de los planteamientos claroscuristas. La luz acaba oponiéndose dentro de la superficie del cuadro, más que a la sombra, a la propia oscuridad. En esta ocasión, espero que haya quedado claro.
.
Francisco Ribalta: "Cristo y San Bernardo" (1625-27). Madrid.

De la figura de Caravaggio ya nos hemos ocupado en el este blog con anterioridad. Unos días atrás hemos incluido aquí una PPT con sus cuadros más destacados. Sobre la producción pictórica de Ribera podéis leer este artículo de ENSEÑ-ARTE.

Readmore..
 
© Copyright 2010. yourblogname.com . All rights reserved | yourblogname.com is proudly powered by Blogger.com | Template by o-om.com - zoomtemplate.com