LA APOTEOSIS DEL COLOR
Cuando tratamos la pintura renacentista italiana es costumbre señalar la primacía de Florencia en el Quattrocento y la de Roma en el Cinquecento. Probablemente, no faltan razones para proceder de esta manera, siempre que no olvidemos la importancia de las realizaciones artísticas que se desarrollaron en una de las ciudades más prósperas de la época: Venecia. En efecto, la Serenísima República gozaba de una posición privilegiada en cuanto al comercio marítimo mediterráneo y ya en el siglo XV sus naves gozaban de una supremacía absoluta en los intercambios entre Oriente y Occidente, mientras que una acaudalada burguesía controlaba los destinos de la ciudad.
Tiziano Vecelio: "Retrato de Piero Aretino" (hacia 1545). Florencia.
Es en ese contexto de prosperidad en el que podemos situar el desarrollo de una escuela veneciana de pintura que desde mediados del siglo XV tiene ya completamente asumidos los principios básicos del arte renacentista y que continuará evolucionando durante el siglo XVI, tendiendo hacia la plástica manierista. Pero, para tan amplio espacio temporal y con una elevada nómina de artistas, ¿es posible señalar algunos caracteres comunes en esta escuela pictórica veneciana? Desde luego que sí: dejando a un lado la lógica evolución, hay al menos tres elementos comunes a estos pintores venecianos.
En primer lugar, encontramos una innovación respecto al soporte pictórico. En el siglo XV los artistas van abandonando el uso de la tabla para explorar las posibilidades del óleo aplicado sobre lienzo, ya prácticamente generalizado desde mediados de siglo. En segundo lugar, la perspectiva lineal que caracterizó buena parte de la pintura veneciana de aquella centuria acabará sustituida por la perspectiva aérea, que triunfó con las grandes realizaciones del siglo XVI. Por último, la característica más destacada de los pintores renacentistas venecianos es, sin duda alguna, la importancia concedida al color, que suele aplicarse con pincelada gruesa y pastosa y preferentemente con tonos luminosos, muy cálidos, acordes con la peculiar luz que caracteriza la ciudad y muy adecuados para plasmar en el lienzo la atmósfera veneciana.
En el mismo siglo de Tiziano trabajó también Jacopo Comin, Tintoretto, (1518-1594), discípulo suyo por breve tiempo. Amante también del dibujo e influido aemás por el Miguel Ángel de la Sixtina, su obra es ejemplificadora de las tendencias manieristas que agitaron la pintura italiana de la época y, en sus últimos años de trabajo, un claro preludio de la plástica barroca, que se manifiesta en los agudos contrastes entre luces y sombras, en los violentos escorzos y perspectivas a los que recurre y en el insólito tamaño de algunos de sus cuadros (recordemos que "el Paraíso" ocupa nada más y nada menos que 7,4 x 24,6 metros: el lienzo de mayor tamaño de toda la historia de la pintura).
Inferior. Veronese: "las bodas de Caná" (1563). París.
También de la misma época es Paolo Caliari, Veronese, (1528-1588) por la ciudad en la que nació aunque se estableció en Venecia desde mediados de siglo, cultivando también la estética manierista, volcada sobre todo a formatos grandes, útiles para representar las escenas de carácter religioso que constituyen el grueso de su producción, aunque cultivó también las composiciones de crácter mitológico. Introdujo además en muchas de sus obras fondos arquitectónicos de carácter clásico que daban mayor suntuosidad a las escenas. Con él concluimos este breve recorrido por los principales autores de una escuela pictórica que hizo del color la mayor peocupación de su pintura. La apoteosis del color.
En esta Web hay información sobre algunos autores de la escuela veneciana y en esta otra se ofrece una apretada síntesis sobre el tema, con algunas imágenes.
Tiziano Vecelio: "Retrato de Piero Aretino" (hacia 1545). Florencia.
Es en ese contexto de prosperidad en el que podemos situar el desarrollo de una escuela veneciana de pintura que desde mediados del siglo XV tiene ya completamente asumidos los principios básicos del arte renacentista y que continuará evolucionando durante el siglo XVI, tendiendo hacia la plástica manierista. Pero, para tan amplio espacio temporal y con una elevada nómina de artistas, ¿es posible señalar algunos caracteres comunes en esta escuela pictórica veneciana? Desde luego que sí: dejando a un lado la lógica evolución, hay al menos tres elementos comunes a estos pintores venecianos.
En primer lugar, encontramos una innovación respecto al soporte pictórico. En el siglo XV los artistas van abandonando el uso de la tabla para explorar las posibilidades del óleo aplicado sobre lienzo, ya prácticamente generalizado desde mediados de siglo. En segundo lugar, la perspectiva lineal que caracterizó buena parte de la pintura veneciana de aquella centuria acabará sustituida por la perspectiva aérea, que triunfó con las grandes realizaciones del siglo XVI. Por último, la característica más destacada de los pintores renacentistas venecianos es, sin duda alguna, la importancia concedida al color, que suele aplicarse con pincelada gruesa y pastosa y preferentemente con tonos luminosos, muy cálidos, acordes con la peculiar luz que caracteriza la ciudad y muy adecuados para plasmar en el lienzo la atmósfera veneciana.
Partiendo de esos elementos comunes, sintetizar las principales figuras de esta escuela no es tarea fácil, porque fueron muchos los artistas que desarrollaron su obra en la ciudad. Desde luego, no puede hablarse, en sentido estricto, de un creador de la escuela, aunque en sus orígenes cabe destacar la figura tremendamente personal de Vittore Carpaccio (1460-1525), interesado en temas cortesanos, y la trayectoria de Giovanni Bellini (1424-1516). Si comparamos algunas de sus primeras obras con las que realizó ya en el siglo XVI apreciaremos al instante la capacidad de evolución de este pintor y cómo fue ampliando a lo largo de su carrera el interés por la luz y el color, mientras el dibujo pasaba a ocupar un lugar secundario entre sus preocupaciones.
Muy probablemente fue discípulo suyo Giorgio de Castelfranco, Giorgione (1477-1516), quien heredó las mismas preocupaciones de su maestro, mostrando al mismo tiempo algunas influencias de Leonardo y Rafael, con lo que marca ya la entrada de la pintura veneciana en el Cinquecento. Fallecido en plena madurez durante el trascurso de la epidemia de peste que asoló Venecia en 1510, son pocas las obras que pueden atribuírsele con certeza, pero nos basta la de "la tempestad" para valorar cómo el color y la luz se ponen aquí por completo al servicio de la representación del paisaje.
Algo posterior a Giorgione es Tiziano Vecellio (1490-1576), aunque él mismo afirmaba haber nacido en el mismo año que aquél. Sea como fuere, no cabe duda de que se trata del más destacado representante de la escuela veneciana, especialmente brillante en su faceta como retratista. Remito al lector a otros artículos de ENSEÑ-ARTE, dedicados uno a su estilo y el otro al análisis de una de sus obras.
Algo posterior a Giorgione es Tiziano Vecellio (1490-1576), aunque él mismo afirmaba haber nacido en el mismo año que aquél. Sea como fuere, no cabe duda de que se trata del más destacado representante de la escuela veneciana, especialmente brillante en su faceta como retratista. Remito al lector a otros artículos de ENSEÑ-ARTE, dedicados uno a su estilo y el otro al análisis de una de sus obras.
Giorgione: "la tempestad" (hacia 1518). Venecia.
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Inferior. Veronese: "las bodas de Caná" (1563). París.
También de la misma época es Paolo Caliari, Veronese, (1528-1588) por la ciudad en la que nació aunque se estableció en Venecia desde mediados de siglo, cultivando también la estética manierista, volcada sobre todo a formatos grandes, útiles para representar las escenas de carácter religioso que constituyen el grueso de su producción, aunque cultivó también las composiciones de crácter mitológico. Introdujo además en muchas de sus obras fondos arquitectónicos de carácter clásico que daban mayor suntuosidad a las escenas. Con él concluimos este breve recorrido por los principales autores de una escuela pictórica que hizo del color la mayor peocupación de su pintura. La apoteosis del color.
En esta Web hay información sobre algunos autores de la escuela veneciana y en esta otra se ofrece una apretada síntesis sobre el tema, con algunas imágenes.
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