DE CAMINO A LA ABSTRACCIÓN
Constantin Brancusi: "Columna sin fin" (1938). Targu Jiu (Rumanía). "Danaide" (Hacia 1918). Londres.


De este modo, partiendo de unos planteamientos escultóricos anclados en el realismo, el artista inició un camino, absolutamente coherente, que fue acercándole de manera progresiva hasta la abstracción, buscando, como él mismo afirmaba, "la esencia de las cosas". Y no cabe duda de que lo consiguió: sus obras fueron desprendiéndose de todo lo accesorio y tendiendo a lo sencillo, dejándonos al tiempo un extenso catálogo de enorme atractivo. Podría decirse que Brancusi buscaba las pureza de las formas, pero que éstas no eran más que un pretexto para mostrarnos el espíritu, lo inmaterial, lo permanente. Tal vez ello explique porqué muchas de sus esculturas presentan esas formas alargadas tan características, como si quisieran soltarse de sus pedestales y romper a volar, libres de toda atadura.
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Por todo ello, si queréis acercaros a comprender la filosofía que alienta la obra de Brancusi, habréis de buscar más allá de lo que la forma representa. Ved la escultura de aquí abajo. Cuando Brancusi fue criticado porque esa obra no podía representar un pájaro en vuelo, replicó a su interlocutor que su obra mostraba, más bien, "la idea de un pájaro que volaba". Que no es lo mismo, obviamente.
Constantin Brancusi: "Pájaro en el espacio" (1928). Nueva York. "El beso" (1907). Filadelfia. "Recién nacido. Versión 3" (1920). Nueva York.
Hay una excelente web sobre Brancusi en su país, Rumanía, pero está en rumano y no entenderéis casi nada (la mayoría, supongo). Sin embargo merece bien la pena consultar el apartado "opera", que ofrece un buen catálogo de su producción. En español podéis leer este interesante artículo de Mirdea Eliade sobre el deseo del vuelo del artista.
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